Dormir con lentillas para vivir sin gafas

Una lente de ortoqueratología (orto-k).
Pencil case/Shutterstock

Imagine que sufre miopía y se despierta cada mañana con una visión clara, sin necesidad de llevar gafas ni lentes de contacto durante el día. Parece magia, pero es ciencia: la ortoqueratología está cambiando la vida de muchas personas con ese extendido defecto visual.

Las lentes de ortoqueratología, o simplemente “orto-k”, son lentillas fabricadas con un material rígido permeable al gas, diseñadas para que permanezcan puestas mientras dormimos. Tras retirarlas al despertar, el usuario con miopía puede disfrutar de una visión nítida durante todo el día. Suena futurista, pero el uso de esta revolucionaria tecnología óptica tiene el respaldo de años de investigación científica. Hoy goza de una creciente popularidad en todo el mundo.

Así funcionan

Las lentes de orto-k ejercen una presión suave sobre la córnea (la superficie transparente frontal del ojo) como si fueran un molde para modificar su superficie. Al cambiar la forma de la córnea, la luz que entra en el órgano visual se enfoca directamente en la retina, proporcionando una visión clara.

Los efectos duran todo el día (e incluso un poco más), aunque no son permanentes: si dejamos de utilizarlas, la visión regresa a su estado original. Sin embargo, su empleo constante permite mantener los beneficios visuales.

¿Quiénes pueden beneficiarse?

La ortoqueratología está indicada principalmente para corregir la miopía leve o moderada y, en algunos, casos la hipermetropía. Es ideal para personas activas que practican deporte y requieren de libertad de movimiento, individuos que necesitan dejar de ponerse gafas o lentillas durante el día porque trabajan en ambientes que dificultan su uso y personas que no quieren o no pueden someterse a cirugía refractiva láser. En cualquier caso, supone una mejora en la calidad de vida.

Este sistema de corrección reversible es incluso más recomendable en niños y adolescentes miopes, debido a un gran beneficio adicional: diversos estudios han demostrado que las lentes de ortoqueratología pueden reducir la progresión de la miopía en un alto porcentaje en menores, así como frenar el crecimiento del ojo (longitud axial) entre un 32 % y un 63 % comparado con quienes usan gafas o lentes de contacto convencionales. Controlar el aumento de este defecto visual es decisivo para prevenir complicaciones futuras como el desprendimiento de retina.

¿Cuáles son las desventajas?

Aunque estas lentillas ofrecen múltiples beneficios, no son para todos. El profesional contactólogo evaluará la salud ocular, las dioptrías de miopía y la forma y grosor de la córnea del usuario para determinar si es un buen candidato para ponérselas o adaptarlas de forma personalizada. Además, es necesario hacer un uso continuo durante todas las noches; de lo contrario, la visión volverá a su estado original.

Por otra parte, las lentes de orto-k requieren disciplina en el cuidado y limpieza, ya que un mantenimiento inadecuado puede aumentar las probabilidades de sufrir infecciones. Sin embargo, los riesgos no son mayores que los que comporta usar lentes de contacto blandas diurnas.

Es crucial acudir a revisiones periódicas para asegurarse de que las lentillas están funcionando correctamente y mantener la salud ocular. Son una opción segura y cómoda cuando se usan bajo la supervisión de un especialista.

Una solución para la pandemia de miopía

Como apuntábamos antes, la ortoqueratología no solo es una solución alternativa para corregir la miopía, sino también una herramienta prometedora para abordar problemas más amplios como la creciente incidencia de miopía en los más jóvenes, impulsada por el tiempo que pasan frente a pantallas y la falta de exposición al aire libre. Actualmente existen multitud de estudios clínicos sobre la orto-k y se continúa investigando sobre ello.

Con el respaldo de la ciencia y la tecnología, este método innovador permite a las personas disfrutar de una visión clara y prevenir complicaciones oculares graves asociadas a altas miopías.